"Con el pie izquierdo"


Consigna:

Escribir un cuento en el que aparezcan los 5 objetos que eligieron, de la siguiente manera:
uno aparece dentro de un flashback (retrospección, recuerdo de uno de los personajes), otro es robado, otro es un amuleto de uno de los personajes o del narrador, el cuarto es parte del escenario y el último funciona como pasaje a otro mundo / situación / escena / estado de cosas.


OBJETOS ELEGIDOS:
- Cámara
- Anillo
- Campera
- Álbum de fotos
- Computadora





Con el pie izquierdo

Lara Grün



Me desperté con el sonido de mi celular, ni vi cual era la razón de la notificación, mis ojos se abrieron de par en par al ver la hora, 9:23.


- ¡Carajo!


De un tirón despegue la sábana junto a la manta de mi cuerpo y salté de la cama. 


Después de estar a las corridas, logre estar a tiempo en el subte. Las perillas de mi reloj me informaban que eran las 10 de la mañana, iba a llegar justo. Levante la vista del artilugio y mire a mi alrededor, no había mucha gente gracias a que la hora y pico ya había pasado.


Antes de bajar del vagón palpé mi bolsillo del pantalón para asegurar que mi anillo estuviera ahí. Era como un amuleto, me lo había regalado mi abuela hace tiempo y desde ese mismo momento, siempre considere que me aportaba suerte.


Baje del subte y me direccione hacia las escaleras para salir al exterior. Cuando estaba por subir, una mano agarro mi brazo, me jaló hacia atrás y me empujó bruscamente contra la pared.


- ¿Pero qué...


- Cállate y dame todo lo que tengas - murmuro el muchacho que me retenía.


Sólo pude observar como éste apretaba fuertemente su mandíbula cuando sacó un arma del bolsillo de su buzo canguro y la apoyo en mi estómago. 


- ¿Acaso no me escuchaste? - me dijo con un tono amenazante.

Sin pensarlo dos veces, lleve mi mano al bolsillo trasero de los pantalones, agarre la billetera junto al celular y se los tendí. Sujetando todavía el arma contra mi torso, agarro mis pertenencias con su otra mano.

- La campera.

- ¿Qué? - le pregunte después de tragar forzadamente.

- ¡Que me des tu campera! - me contestó mientras clavaba más fuerte la pistola en mí.

Me saqué velozmente la campera y, cuando se la di, deje de sentir el calor de la punta del arma en mi panza. El muchacho escondió la pistola y se empezó a poner apresuradamente la campera. Con un abrir y cerrar de ojos, el ladrón había desaparecido.

Lleve una mano al bolsillo trasero y la otra al delantero. Bien. Mi anillo y el pendrive con la presentación seguían conmigo. Respire profundamente y subí las escaleras mientras me arremangaba el suéter para fijarme la hora en mi sobreviviente reloj. La situación recién vivida me retrasó sólo 5 minutos.

Regrese a casa con entusiasmo, finalmente, gracias a mi arduo trabajo y al anillo me ascendieron. Deslice la puerta de reja del ascensor cerrándola y me dirigí hacia el final del pasillo. Saque la llave de mi bolsillo, abrí la puerta y entre a casa. Las cosas se encontraban como las había dejado hoy a la mañana, es decir, un poco desordenadas.

Fui para mi cuarto y me acomode en la silla del escritorio. Con una mando al costado de la cara, me quede pensando en los trámites que ahora me tocaba rehacer: el DNI, la tarjeta de crédito, la licencia de conducir, entre otros. Comencé a girar con la silla de un lado al otro hasta que mi vista enfoco en la caja.

Flashback

Eran las 3:00 de la mañana y todavía no había terminado el trabajo que debía presentar mañana en el trabajo por lo tanto, seguí tipeando en mi computadora laptop. Escribí dos o tres párrafos más pero mi cabeza estaba exhausta, necesitaba distraerme un poco. Como si alguien hubiese leído mis pensamientos, sonó el timbre. A esa hora de la madrugada, ¿de qué se trataba?

Me acerque a la puerta y mire por la mirilla. Absolutamente nadie. Del otro lado de la puerta sólo pude observar el solitario pasillo del edifico bajo una tenue luz proveniente de una antigua lamparita colgante. Asustado pero decidido, le di dos vueltas a la llave que se encontraba ya en la cerradura y entreabrí la puerta. Asomé mi rostro encontrándome con... ¿una caja? Abrí la puerta por completo y me agache para agarrar aquella pequeña caja de cartón, posteriormente, cerré la puerta con rapidez. 

Fin del Flashback

Me levante de la silla, agarre la caja y la apoye en la cama junto a mí. Al advertir que tenía cinta alrededor, estire mi cuerpo para alcanzar la tijera de arriba del escritorio y comencé a cortar. Una cámara. Agarre la cámara e, inmediatamente, algo llamó mi atención: sólo poseía un único botón. La acerque a mi rostro y enfoque hacia el lapicero que se encontraba al lado del álbum de fotos. Al apretar el botón, todo se volvió negro.

Aparte la cámara de mi y comencé a analizarla. Mire hacia arriba, ya dispuesto a devolver la cámara a su lugar, cuando mi cuerpo se paralizó. El lapicero ya no estaba, su lugar ahora lo ocupaba mi billetera. Solté la cámara en la cama y corrí hacia mi billetera., tropezándome en el transcurso con una carpeta que se encontraba en el piso, y agarre fuertemente, comprobando que fuera real. La abrí y comencé a hurgar, el DNI, el efectivo, la obra social, la tarjeta, TODO.

Con una traviesa sonrisa, busqué la cámara y apunte hacia algo insignificante, una cartuchera vacía. El visor se puso negro. Al levantar la vista, mi campera apareció arriba del escritorio.

-Este día no pudo haber salido mejor.





Comentarios

Entradas más populares de este blog

"En el bosque" - Análisis

"El cuento de Navidad de Auggie Wren" - Análisis

Intercambio de cartas: Frida y el comandante